Durante el mes de junio se ha puesto en marcha un servicio de alertas de calor para avisar los colectivos que pueden verse más afectados por las altas temperaturas.
La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración del proyecto europeo Cooltorise con el proyecto AMUNT del Ayuntamiento de Barcelona para la reinserción laboral de las personas que reciben el ingreso mínimo vital.
Desde hace unos años las olas de calor son cada vez más intensas y más frecuentes, y son muchas las personas que se ven afectadas. Un hecho que pose en riesgo varios colectivos, entre ellos aquellos que no pueden hacer frente a las facturas energéticas y a quienes los es imposible mantener una temperatura agradable al hogar.
Para luchar contra la llamada pobreza energética de verano, el proyecto Cooltorise (desarrollado en Barcelona por las asociaciones ABD y Ecoserveis) trabaja para mitigar los efectos. Este año, y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de todas aquellas personas más vulnerables ante las olas de calor, el proyecto se ha unido con el plan piloto de AMUNT, una iniciativa que apoya a la inserción laboral y social de personas beneficiarias del ingreso mínimo vital.
El resultado es un sistema de alertas de calor llevado a cabo por las personas integrantes del Servicio de Ocupación de AMUNT que busca acompañar telefónicamente aquellos colectivos considerados más vulnerables ante las olas de calor intensas.
“Se trata de hacer una campaña de información y sensibilización para dar consejos y recomendaciones a personas vulnerables sobre como hacer frente a los episodios de ola de calor.”, explica Patrici Hernández, coordinador del servicio en el Ayuntamiento de Barcelona.
Lo más innovador de la puesta en marcha de este sistema es que permite a las personas que forman parte del servicio de ocupación acceder a un contrato de trabajo y, a su vez, tener una incidencia social y poder ofrecer un acompañamiento telefónico. “Las personas que forman parte del programa de AMUNT reciben una formación específica que, por un lado, los es útil a título personal y, del otro, les permite ayudar a otras personas”, puntualiza Hernández.
Las 1.400 personas que han recibido las llamadas con la información sobre cultura energética y de calor son, en este caso, usuarios y usuarias de los Puntos de Asesoramiento Energético que, durante todo el año, reciben asistencia para reducir facturas energéticas y mejorar tanto su cultura energética como el confort al hogar. Según las necesidades de las usuarias, la información transmitida ha estado diferente y adaptada a las necesidades de cada colectivo.
Lo que más ha sorprendido de las respuestas recogidas por las personas encargadas del servicio durante este mes de junio ha sido el interés que despiertan los refugios climáticos: “La gente los desconoce, les gusta la idea y preguntan si pueden saber qué refugios tienen en su barrio y como pueden hacer uso”, explica Marta Sabater, integrante del programa piloto AMUNT, quien añade que la gente acostumbra a estar muy receptiva a los consejos contra el calor.
Para conseguir captar la atención de las personas contactadas, las encargadas del servicio tienen claro que hace falta mucha empatía y escucha activa. En este sentido, lo que ha sorprendido es la gran soledad que muchas veces acompaña a estas personas más vulnerables: “Llamas por un minuto y la gente te explica muchas cosas, notas que están muy solas”, detalla Marta Merelo, integrante del plan de ocupación.
A pesar de que el servicio acaba a principios de este mes de julio, el proyecto Cooltorise ha activado un sistema de alertas vía corréo electrónico para poder avisar a las personas usuarias de los PAE de Barcelona de la llegada de olas de calor, así como de los días y noches que pueden ser más tórridos. Este sistema incluye información relevante de los servicios que ofrece la ciudad para hacer frente al calor, así como consejos y buenos hábitos del día a día que se pueden aplicar a tanto a nivel personal como el hogar.
Mira el vídeo que se ha compartido en redes sociales sobre la iniciativa!
