La Semana Europea de la Movilidad es una campaña dirigida a sensibilizar tanto a los responsables políticos como a los ciudadanos sobre los beneficios tanto para la salud pública como para el medio ambiente asociados al uso de modos de transporte más sostenibles, en particular, el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie.

Pero ¿qué pasa con aquellas personas que no pueden acceder al transporte? Estamos trabajando y reflexionando mucho en Ecoserveis, profundizando en el concepto de «pobreza de transporte».

Aunque se conceptualiza de forma general con indicadores de usabilidad, accesibilidad y asequibilidad del transporte público, uno de los desafíos identificados es la falta de una definición clara y consensuada de pobreza de transporte.

La interseccionalidad es una característica de la pobreza de transporte ya que choca con otras esferas de la vida. Es importante destacar la interrelación de la pobreza de transporte con las políticas climáticas y energéticas o la pobreza energética. De hecho, las futuras políticas de transición energética estarán muy ligadas al transporte y, por tanto, afectarán de una forma muy directa a la pobreza de transporte. También relevante es la especial afectación a las mujeres o al hecho de vivir en zonas rurales con menor acceso a transporte público.

Aunque como concepto, la pobreza de transporte ya está identificado, es necesario conseguir más datos, realizar análisis más detallados y desarrollar indicadores específicos que puedan relacionar diferentes dimensiones técnicas, económicas, sociales y ambientales.

Desde Ecoserveis hemos trabajado la problemática con diferentes enfoques y abordajes, impulsando proyectos específicos como el de Movilidad Justa donde trabajamos cómo afectan a las desigualdades en la movilidad de los colectivos y territorios más vulnerables de la ciudad de Barcelona para promover entre ellos alternativas de movilidad más sostenibles

Actualmente, también estamos trabajando para aportar al debate de una futura definición europea de pobreza de transporte que permitirá diseñar políticas de transporte que favorezcan una vida digna para todas las personas, independientemente de su género, contexto socioeconómico, demográfico o geográfico.

Es evidente la necesidad de promover formas de transporte más sostenibles y reducir el uso de la energía en el transporte, pero es prioritario también asegurar un transporte accesible e inclusivo para todos.