La pobreza condiciona cómo nos movemos

La Comisión Europea establece que los servicios esenciales son aquellos clave para cubrir las necesidades básicas de vida de la población. El transporte es considerado una de estas necesidades básicas, ya que tiene un gran impacto en el día a día de las ciudadanas y en la igualdad de oportunidades. Hablamos, entre muchos otros, en términos de igualdad, de oportunidades laborales, de acceso a la salud, de educación o de otras necesidades básicas. [1]

¿Qué es entonces la pobreza del transporte? ¿Cómo influye la precariedad social y económica en el transporte de los ciudadanos y, especialmente, de los colectivos en situación de vulnerabilidad? Hablamos de pobreza relacionada con el transporte cuando una persona (o un hogar) tiene que gastar más de lo que puede pagar para cubrir sus necesidades básicas en materia de transporte. Es decir, cuando asumir el gasto del transporte supone un problema para la economía del hogar.

En este sentido, el Eurostat determinó en 2019 que el coche privado sigue dominando el escenario de la movilidad y representa en la actualidad casi el 83 % del total del transporte. Por su parte, el transporte denominado público (trenes y autobuses) solo representa el 17,2 % de la cuota de movilidad total. También se estima que casi el 2,5 % de la población total de la Unión Europea sufre pobreza de transporte, y que casi el 6% de las personas en riesgo de pobreza reconocen haber tenido problemas para pagar los gastos asociados a la movilidad. Algo que no hace más que confirmar la existencia de dicho problema social. [2]

Los bajos ingresos son, por supuesto, la principal causa de la pobreza del transporte. Eso se traduce en la imposibilidad de pagar los medios de transporte suficientes para cubrir todas las necesidades básicas de una persona en cuestión. Sin embargo, existen otros aspectos que provocan situaciones de pobreza en el transporte. Una de las principales causas no asociado al tema puramente económico es la falta de un transporte adecuado en según qué rutas y las malas conexiones de transporte público que enlazan lugares de trabajo, hospitales, centros educativos o supermercados, entre muchos otros. Un problema que se agrava cuando miramos con detalle las conexiones existentes en las zonas rurales.

Pero también hay otros aspectos clave a tener en cuenta cuando se analiza la pobreza en el transporte, como la lucha contra el cambio climático, la conectividad de las calles o la seguridad del barrio en el que se habita. Aspectos que deben tenerse en cuenta cuando se analiza en global esta problemática. Sin olvidar que las desigualdades de género también afectan a la pobreza del transporte, y que las mujeres son, estadísticamente hablando, las más afectadas.

Aquí un resumen de las principales causas que agravan la problemática de la pobreza en el transporte.

Bajos ingresos

La pobreza en el transporte está directamente relacionada con la pobreza energética y las situaciones de riesgo de exclusión social.

– No poder permitirse opciones de transporte.
– No poder permitirse un coche privado en una sociedad centrada en el coche.

Mala conectividad

La pobreza en el transporte también está relacionada con la interconectividad entre los hogares y las necesidades básicas.

– Principalmente en las zonas rurales.
– Cuando no hay opciones de transporte público o hay frecuencias limitadas
– Carreteras mal comunicadas.

Políticas de cambio climático

Las políticas relacionadas con el cambio climático también afectan la pobreza del transporte, al provocar un aumento en los costos relacionados con la movilidad.

– Alza de los precios de los combustibles tradicionales debido a los impuestos al carbono.
– Aumento de los costes del transporte público debido a la necesidad de nuevas infraestructuras.

Perspectiva de género y transporte

Las mujeres son estadísticamente más vulnerables a tener problemas para pagar el transporte, ya que, generalmente, tienen doble trabajo: el remunerado (empleo) y el asociado al hogar y a los cuidados. Eso provoca que tengan más necesidades de transporte:

– Combinar las tareas del hogar, los cuidados y el trabajo asalariado se traduce en más necesidades de transporte.
– Las zonas rurales y mal comunicadas afectan más a las mujeres, ya que les obliga a utilizar más medios de transporte para poder llegar a todas sus obligaciones.
– La seguridad en el transporte público y la seguridad de los barrios por la violencia machista también tienen un impacto en cómo se mueven las mujeres, pues pueden evitar zonas conflictivas o escoger distintos medios de transporte en función de cómo perciban su seguridad.

¿Qué más aspectos son importantes cuando se analiza la pobreza en el transporte? ¿Puede este problema incrementarse en los próximos años? En Ecoserveis estamos haciendo todo lo posible para hacer frente a esta realidad. A través del proyecto “Mobilitat Justa” (Movilidad justa & Movilidad justa II: Movilidad sostenible contra las desigualdades) tenemos el objetivo de estudiar y analizar las desigualdades que existen en el sector del transporte, para promover alternativas más sostenibles y justas.

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[1] Comisión Europea (2019) https://ec.europa.eu/social/main.jsp?langId=en&catId=1135&newsId=9764&furtherNews=yes
[2] Eurostat (2019) https://ec.europa.eu/eurostat/documents/3217494/14665254/KS-09-22-019-EN-N.pdf/2edccd6a-c90d-e2ed-ccda-7e3419c7c271?t =1654253664613